El invierno acaba de comenzar, y con él la navidad, una de las épocas de mayor actividad social del año, que junto con las bajas temperaturas tan características de este periodo, hace que el sistema inmune se debilite y aumente la susceptibilidad de sufrir infecciones por virus y bacterias.
Este año, en particular, los casos por el virus respiratorio sincitial (VRS) y la gripe estacional, están teniendo un notable incremento. Sin obviar las afecciones típicas de esta época, a las cuales apenas se les presta atención, y que también son relevantes, como la sequedad de la piel, caída del cabello, déficit de vitamina D o las alteraciones en los ciclos inmunológicos, metabólicos, hormonales y del sueño. Además de la disminución de los niveles de energía, una mayor sensación de cansancio y jaquecas, entre otros.